Seguro que ni ellos mismos eran conscientes que, el descubrimiento que habían conseguido, cambiaría el futuro de la humanidad. El 29 de octubre de 1969, un equipo de científicos que incluían Vinton Cerf , Robert Kahn y al profesor Leonard Kleinrock, transmitió el primer mensaje entre dos computadoras separadas por cientos de kilómetros. Ese fue el comienzo de lo que ahora conocemos como Internet.
Desde entonces han habido muchísimos avances científicos y tecnológicos que han mejorado el mundo de las personas: Los microchips han revolucionado el mundo de las computadoras, los Smart Phone son parte de nuestras vidas, las redes sociales como Facebook o YouTube. El Block Chain, la inteligencia artificial o la computación cuántica que en breve nos alcanzará y que cambiará el modo en que entendemos el conocimiento.
Nosotros empezamos investigando durante 6 años para aplicar ciencia en nuestros procesos de orientación. Hards y Softs Skills hasta años más tarde construir el ADN profesional. Nuestra herramienta más avanzada en aquellos tiempo era nuestra habilidad de entender lo que nos decían los alumnos y las familias mediante el lenguaje no verbal. Acabábamos nuestro trabajo mediante informes que hacíamos de forma artesanal en Word. Invertíamos cerca de 6 horas para hacer solo uno.
Sin embargo, desde el primer día tuvimos claro quiénes éramos y qué queríamos conseguir.
Cuando creas algo disruptivo, el sistema, en nuestro caso el educativo, no siempre lo ve con buenos ojos y rechaza lo que propones por desconocimiento. Esto sucede principalmente porque amenazas la forma en la que siempre han hecho las cosas, amenazas sus puestos de trabajo y amenazas incluso sus vidas.
Y ya se sabe, el primero en atravesar el muro siempre sale maltrecho.
Sin embargo, este largo camino nos ha permitido conocer a muchas personas que sí creyeron en lo que hacíamos y en los que de forma destacada se encuentran dos nombres: Jordi Viladrosa y Tomás Cabello. Solo los genios entienden a los locos.
Nuestra resiliencia nos ha permitido, en estos largos años, desarrollar herramientas tecnológicas avanzadas y disruptivas en el campo de la orientación, con el mismo objetivo del primer día, ayudar a los alumnos y sus familias en las decisiones profesionales de futuro, mediante el diseño de itinerarios académicos estratégicos.
Hoy toda nuestra experiencia, nuestro trabajo de investigación y nuestro esfuerzo se llama MeOrienta
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